Barranquilla está viendo crecer sus pandillas juveniles y es poco lo que se hace para sacar a los jóvenes, muchos de ellos niños, de ese mundo de violencia y muerte.
De acuerdo con un estudio del Distrito, los barrios Carrizal y Rebolo son los que tienen el mayor número de estos grupos al margen de la ley que pueden integrarlos más de 50 niños, adolescentes y jóvenes.
En el primer barrio mencionado, es decir Carrizal, se detectaron las pandillas denominadas Los Panela, Los Tabaquitos, Los Mcwayer, Los Menores, Los Divinos, Los Musculitos, Los Simpson, Los Calillitas y Los Petardos.
Y en Rebolo, están identificados los grupos El Golfo, Zona Negra, los Tres postes, los Venezolanos, Mañe Cadena, Rincón Latino.
Pero lastimosamente estos no son los únicos barrios con presencia de pandillas. EL Distrito ha identificado once sectores donde se encuentran el mayor número de ellas.
Así en Las Américas fueron identificados los grupos: La Gustadera, Sondergoldar, los Caregato; en Siete de Abril y Los Negritos; en Santo Domingo, Los Bocachicos, La Redonda y Los Peladitos; en La Sierrita, Los Coco Pelaos, Los de la Sierrita y los Quimbaya; en El Bosque, Los Coco Pelaos y los Guapachosos.
De igual forma en Santuario están Los Care Perro y los Ají molido; en El Ferry, Los Caliches y los Grasa; en La Chinita, Los Malambitos, los Patrullita y los Walter y en La Luz, Los Cañitos, los Plumita, los Care gallina y los Care bruja.
El estudio señala que “en la Localidad Metropolitana se concentra el mayor número de pandillas juveniles de la ciudad, siendo el Barrio Carrizal el de mayor afectación en materia de convivencia ciudadana por la confrontación territorial y de estos grupos”.
La administración distrital detectó que estos jóvenes se involucran en estas pandillas porque la violencia y la delincuencia son evidentes, porque residen en sectores deteriorados, desordenados y en algunos casos marginales, y donde el Estado tiene poca presencia, tanto en lo que tiene que ver con el desarrollo social (educación, salud, recreación, cultura, deporte, servicios, etc), como en los temas de seguridad y justicia.
También los funcionarios que han participado en este proceso son conscientes de que es necesario intervenir zonas comunes en los barrios y convertirlas en entornos socio urbanos seguros, en los que se puedan generar procesos comunitarios y de acercamiento a esta población juvenil para su caracterización e inclusión social a través de la oferta institucional.
La investigación realizada determinó que alrededor de la calle 17, en la Localidad Suroriente, se encuentran barrios con enormes retos en materia de seguridad y desarrollo social.
Por eso se diseñaron varias estrategias: La puesta en operación del centro “El Patio” para la atención de indigentes, el mejoramiento de la Infraestructura policial y oferta de justicia cercana al ciudadano para lo cual el Distrito construirá un CAI en el sector conocido como Tres Postes y una Unidad de Convivencia (Comisaría de Familia, Inspección de Policía, Unidad de Mediación) en el predio del CAI actual y recuperar el espacio público sobre los andenes y mejorar servicios de alumbrado y aseo sobre todo el corredor.
Con respecto, al cordón integrado por los barrios La Luz, La Chinita, Rebolo, entre otros de la Localidad Suroriente, el estudio indica que hay que mejorar las condiciones de desarrollo, bienestar, convivencia y seguridad.
Así en el barrio La Luz se debe mejorar la vía de acceso de la carrera 16 por huecos que facilitan la acción de los delincuentes, así como el servicio de alumbrado y de recolección de basuras, reconstruir la cancha y la zona de juegos en el entorno del Colegio Luis Carlos Galán y ampliar la cobertura educativa.
El alto consejero Distrital para la Seguridad y la Convivencia, Guillermo Polo, indicó que en la pasada administración se inició un plan para atender esta problemática y para ello se realizó un estudio de caracterización de las pandillas juveniles, con el acompañamiento de Universidades y la Policía Comunitaria, luego se llevaron acciones de prevención del reclutamiento en zonas vulnerables y se inició un plan piloto de atención integral con 200 jóvenes desde el modelo de comunidades terapéuticas y oportunidades de inserción laboral. Este plan seguirá teniendo el apoyo de la actual administración, según dijo Polo Carbonell.
Polo explicó que se definieron varias acciones: La primera es la intervención de los organismos de seguridad y justicia para controlar las acciones delincuenciales y poner a disposición de la justicia a sus actores.
La segunda es la elaboración y puesta en marcha de un plan de gestión social que favorezca la formulación e implementación de proyectos y estrategias que posibiliten el desarrollo social y económico de la zona.
Y la tercera es la resocialización y reinserción social de jóvenes (hombres y mujeres) que dejen de delinquir y de ejercer acciones violentas.
Para el logro de esos propósitos, las acciones no estarán a cargo de una dependencia, sino que será un trabajo integral. Participarán la Consejería Presidencial para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, la Consejería para la Seguridad de Barranquilla, la Secretaría Distrital de Gobierno, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación, las Secretarias de Educación, Salud, Recreación y deporte, Cultura, Control Urbano, Movilidad, las empresas de servicios públicos y de desarrollo (energía, agua, acueductos, teléfono, vías, mejoramiento de barrios, renovación urbana, etc.) y la Oficina de Participación Ciudadana
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